miércoles, 8 de junio de 2011

Yo apoyo a Malthus

Thomas Robert Malthus
(Dorking, Gran Bretaña, 1776-Bath, id., 1834) Economista y demógrafo británico. Hijo de una familia rural acomodada, su padre, que era amigo del filósofo David Hume y estaba influido por el filósofo radical William Godwin y el economista francés Condorcet, lo educó siguiendo las orientaciones delEmilio, de Jean-Jacques Rousseau.

En 1798 había publicado de forma anónima la primera edición de su Ensayo sobre el principio de la población, obra que se reeditó en 1803 con importantes modificaciones. El libro nació como consecuencia de las discusiones entre Malthus y su padre, quien, como buen discípulo de Godwin, sostenía que la miseria era una consecuencia del papel desempeñado por malas instituciones, ya que la Tierra podía alimentar a todos los seres humanos, y lo único necesario era que mejorase la asistencia pública contenida en las «leyes de pobres» inglesas, para conseguir así una mayor igualdad social.

Malthus difería radicalmente de esta teoría, pues sostenía que el crecimiento demográfico es mayor que el de los medios de subsistencia, afectados por la ley de rendimientos decrecientes. Así, mientras la población crece en progresión geométrica, la producción de alimentos lo hace en progresión aritmética. Los momentos de crisis de subsistencia se resolverían gracias a las hambrunas, guerras y epidemias por las que disminuiría la población, sobre todo la perteneciente a los grupos más desfavorecidos.
Éste es el mecanismo por el que, según sostenía Malthus, la naturaleza restablecía el equilibrio natural entre población y medios de subsistencia. La solución por él propuesta para evitar estas crisis era, entre otras, el matrimonio tardío y la continencia prematrimonial.

En otra obra menos conocida pero no por ello menos importante, publicada en 1820, Principios de economía política, considerados desde el punto de vista práctico, aportó el resto de su teoría respecto a las crisis y la demanda efectiva. A diferencia de los economistas de su época, se planteó qué actuaciones de política económica había que adoptar para evitarlas. Con este objetivo elaboró una teoría sobre las crisis, cuyas causas atribuyó al ahorro excesivo y a la insuficiencia de la demanda en relación a la producción. Razonó que el descenso de la demanda de productos, resultado de una contracción del consumo, conllevaba una disminución del ahorro invertido en la fabricación, a su vez, de nuevos productos.

Con ello creó el concepto de «demanda efectiva», cuya insuficiencia podía determinar un receso de la producción y, en consecuencia, una crisis económica. Definió claramente el efecto que sobre la producción causaba una insuficiencia de la demanda efectiva: «Si todas las personas se satisficieran con los alimentos más simples, los vestidos más pobres y las viviendas más humildes, seguramente no existirían otra clase de alimentos, vestidos y viviendas».

Sostuvo que podía existir un desequilibrio entre ahorro e inversión, y que el problema del excesivo crecimiento demográfico podía paliarse haciendo un esfuerzo por aumentar la producción. Además, fue contrario a creer, al revés que sus contemporáneos, en la neutralidad del papel del dinero. Sus aportaciones innovadoras despertaron la admiración de John Maynard Keynes, quien en su Teoría general(1936) se inspiró en las teorías malthusianas de la insuficiencia de la demanda para elaborar su principio de la demanda efectiva.


A los que están preocupados por aumentar la producción en la agricultura, a buscar nuevas fuentes de energía, mejores suelos, agua limpia y en más cantidad, mejor calidad de vida para las personas, etc., pienso que deberían considerar buscarle freno a este TERRIBLE crecimiento poblacional. Quizás Malthus es muy de la Edad Media para algunas cositas que dice, pero hay que considerar sus puntos clave: la población también necesita un freno. Tarde o temprano, los recursos no darán abasto, por más que se consiga la panacea o la tecnología que nos suministre de necesidades, nuestro planeta ya no está pudiendo con nosotros.
Esto es lo mismo que cuando vez multiplicarse las colonias de bacterias en una placa Petri. Hay un momento en que el espacio ya no es suficiente para sostener a toda esa población de individuos.
Creo que es más que urgente tomar políticas que controlen la natalidad, que apunten a una mejor calidad de vida y a no llenarnos de viejos botados y de cabros chicos muertos de hambre. 
Considero que ya no es posible que existan esas familias que tienen 5 hijos... So much! Con uno, o máximo dos (uno por el papá y otro por la mamá) basta y sobra. Además, hay que pensar qué pasará con esos nuevos seres humanos ahora que el mundo está como está. ¿Van a encontrar trabajo? ¿Tendrán las necesidades básicas para vivir? ¿Bajo qué tipo de ambiente estarán viviendo? ¡Con qué enfermedades y crisis van a encontrarse?

A pensar... la solución no es ser una especie reproductivamente eficiente... ahí no va la supervivencia de la especie, a no ser que estén pensando en colonizar Júpiter y nos permita unos siglos más de chipe libre.

(Anxoa)

2 comentarios:

  1. Totalemente de acuerdo en que la capacidad de carga del planeta tierra ha sido sobrepasada por algunos paises y no se puede sostener en el tiempo un crecimiento exponencial. Pero ambien es cierto que las politicas de control de la natalidad tienen que ser bien pensadas para no tomar acciones deliberadas como en el caso de los paises europeos que son clasificados como viejos y no tienen generacion de recambio que haga el remplazo. O mas aun el caso de China, que con su politica de un hijo por familia (de preferencia varón) creo una disparidad de genero tremenda, llegando incluso a tener que buscar mujeres en otros paises.
    Pienso que las politicas de control natal tienen que ser pais dependiente y muy bien pensadas para que si bien se detenga el crecimiento poblacional, se asegure el remplazo generacional.

    Exito en esto del blog. Nos vemos el viernes, compañera!

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  2. muy buen post... nos vemos el viernes!!!

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